domingo, 30 de junio de 2013

La vida (Ana Devoto)

El planteamiento de qué es la vida me resulta complejo.
Lo encuentro como algo abstracto, lejano de la realidad. Ese planteamiento no surge, a mi parecer, en la vida cotidiana.
Si tuviese que decir exactamente qué es la vida, creo que nunca encontraría una respuesta exacta, más que la definición del diccionario, definición que busca complacer la duda de las personas con fácil capacidad de saciar esa duda, tan grande. ¿La vida tiene un principio y un fin? La prolongación de la vida y su duración depende exclusivamente de los ojos de quién la mire, los hechos que afecten y marquen esa vida, entre otros factores. Me parecen absurdas aquellas personas que se cuestionan qué pasa después de la muerte. ¿Por qué adelantarse y pensar sobre cosas que no estamos seguros? No sabemos ni que nos destina el presente, por lo cual se me hace todavía más difícil pensar en un futuro, Yo lo único que sé es que el presente consta, tanto de hecho previsibles, como de hechos repentinos que nos sorprenden. Los hechos repentinos son los que siempre me llaman más la atención. Siempre trato de buscarle una explicación lógica y razonable. Las preguntas que siempre me surgen son el ¿Por qué? Y el ¿Para qué? De aquellos hechos. La respuesta inmediata que se me plantea es la del “porque así debió ser”, “así esta predeterminado”, o “porque Dios así lo quiso”. La última me parece una respuesta inconcreta, vacía, si ni siquiera estamos seguros de la existencia de ese Dios, es algo que el concepto de Fe nos inculca. La palabra Fe, me parece la antítesis de la frase “ojos que no ven, corazón que no siente”. La Fe es la principal encargada de darle alguna razón a la vida. Imagínense no creer en absolutamente nada. Y no me refiero solamente en lo religioso, sino tampoco creer en los valores. El nivel de la vida sin sentido aumentaría en cantidades abismales e incontables.
Si hablamos de la vida, hablamos de aciertos y errores. ¿Por qué el ser humano no puede ser perfecto?¿Por qué estamos predeterminados a equivocarnos constantemente, y hasta a veces equivocarnos dos veces con la misma situación? ¿Por qué en un texto, que es mi opinión, tuve que corregir ciertas expresiones o palabras que, a mi parecer,  no eran correctas si lo estoy escribiendo yo?
Creo que el propio estudio de la vida es algo absurdo, si tenemos casi el 90% de las posibilidades de estar equivocados, y el 10% o menos de estar en lo cierto.
¿Desperdiciaría una vida entera dedicándome al estudio de algo que tiene un porcentaje tan grande de estar en lo incorrecto? Me gusta utilizar la expresión “desperdiciar”, es un concepto que me vuelve a llevar a la preguntar: ¿Por qué adelantarse y pensar sobre cosas que no estamos seguros?¿Cómo sabemos que este alg la po está desperdiciado si posiblemente en un futuro podemos realizar aquello que en un pasado “desperdiciamos? La palabra desperdicio seguro fue inventado por alguien con poca Fe…

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